El síndrome postvacacional es reconocido por profesionales de la salud mental como un fenómeno real, que se manifiesta con síntomas como tristeza, falta de energía, irritabilidad o ansiedad al regresar al trabajo después de un periodo vacaciones. Para combatirlo, se sugieren diversas estrategias de afrontamiento saludables:

Establecer metas pequeñas y alcanzables para reducir la sensación de abrumamiento.

Mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.

Practicar el autocuidado, como hacer ejercicio, disfrutar de hobbies o pasar tiempo con seres queridos.

Crear momentos de anticipación planificando actividades futuras o pequeñas escapadas.

Practicar la atención plena (mindfulness) para reducir el estrés y la ansiedad.

Establecer una rutina saludable para mejorar el bienestar general.

Hacer ejercicio regularmente para mejorar el estado de ánimo.

Fomentar la conexión social para obtener apoyo emocional.

Cultivar un sentido de gratitud para cambiar la perspectiva hacia lo positivo.

Establecer metas y objetivos realistas para mantener la motivación.

Buscar ayuda profesional si los síntomas persisten o interfieren significativamente con el funcionamiento diario.